Desde 2020, el mundo ha experimentado cambios trágicos y sin precedentes con la propagación del COVID-19.Estamos aumentando subliminalmente la frecuencia de las palabras en nuestras vidas, “pandemia”, “aislamiento”, “alienación social” y “bloqueo”.Cuando buscas “COVID-19” en Google, aparecen la friolera de 6,7 billones de resultados de búsqueda.Dos años después, la COVID-19 ha tenido un impacto incalculable en la economía mundial, al tiempo que ha obligado a un cambio irreversible en nuestra vida cotidiana.
Hoy en día, esta enorme catástrofe parece estar llegando a su fin.Sin embargo, las desafortunadas personas que se infectan con el virus quedan con un legado de fatiga, tos, dolor en las articulaciones y el pecho, pérdida o confusión del olfato y el gusto que puede durar toda la vida.
Enfermedad extraña: parosmia
Un paciente que dio positivo por COVID-19 sufrió un extraño trastorno un año después de recuperarse.“Bañarme fue para mí lo más relajante después de un largo día de trabajo.Mientras que antes el jabón de baño olía a fresco y limpio, ahora era como el de un perro mojado y sucio.Mis comidas favoritas también me abruman ahora;todos tienen olor a podrido, lo peor son las flores, la carne de cualquier tipo, las frutas y los lácteos”.
El impacto de la parosmia en la salud bucal es enorme, ya que sólo el olor de alimentos muy dulces es normal en la experiencia olfativa del paciente.Es bien sabido que la caries dental es una interacción de las superficies de los dientes, los alimentos y la placa, y con el tiempo, la parosmia puede ser muy perjudicial para la salud bucal.
Los dentistas alientan a los pacientes con parosmia a usar productos orales durante la vida diaria, como usar hilo dental con flúor para eliminar la placa y usar un enjuague bucal sin sabor a menta después de las comidas.Los pacientes han dicho que el enjuague bucal con sabor a menta “tiene un sabor muy amargo”.Los dentistas profesionales también aconsejan a los pacientes que utilicen productos orales que contengan flúor para ayudar a que el flúor llegue a la boca, lo que se utiliza para mantener una microbiota bucal saludable.Si los pacientes no pueden tolerar ninguna pasta de dientes o enjuague bucal con flúor, el escenario más básico es que utilicen un cepillo de dientes después de las comidas, aunque esto puede no ser tan eficaz.
Los dentistas recomiendan que los pacientes con parosmia grave se sometan a un entrenamiento de olfato bajo supervisión médica.Los eventos sociales generalmente giran en torno a la mesa de la cena o en un restaurante, cuando comer ya no es una experiencia placentera, no podemos relacionarnos con los pacientes de parosmia y esperar que con el entrenamiento del olfato recuperen su sentido normal del olfato.
Hora de publicación: 24 de agosto de 2022